martes, 22 de octubre de 2013

Maestros integradores vs. Intérpretes de profesión


La figura del docente integrador  se convierte en un aspecto muy importante del día a día de los chicos y sus familias.

Después de tanto trámite, papelito, certificado etc. etc.  ¿Tenemos en claro quién es esa persona que  compartirá largas horas al día con nuestros niños?

En general se tiende a pensar que el docente integrador es quien brinda asistencia pedagógica al niño y la institución como parte de un equipo interdisciplinario que incluye a terapeutas, coordinadores, directivos y familia.

Se ocupa de revisar los programas, elegir las estrategias adecuadas para el estilo de aprendizaje, organizar horarios, y si hablamos de nivel secundario, debe saber interpretar a Borges al tiempo que ejemplifica funciones cuadráticas y balances contables.
Hasta aquí, todo de libro…pero la realidad nos demuestra que el docente integrador es mucho mas…

Se trata de la persona que puede contribuir de manera fundamental  en las posibilidades de sociabilización e integración.  Su intervención es un antes y un después en la forma que el grupo integre y acompañe al niño
.
El docente integrador se convierte en un puente entre la persona con necesidades educativas especiales y su entorno…un gran “intérprete”

Imaginemos por un momento la siguiente situación… nos recostamos a tomar un merecido descanso, nos dormimos y cuando volvemos a abrir los ojos ya no estamos en nuestra cómoda almohada, sino  sentados en un duro banco de cemento en medio de una plaza…el lugar nos parece extraño, los olores y los ruidos también…gente desconocida pasa y nos mira de forma extraña balbuceando palabras que no alcanzamos a comprender…buscamos desesperadamente un cartel,  algo que nos oriente…y descubrimos la siguiente inscripción:
Вы находитесь в на Красной площади в Москве

Al mismo tiempo y ante la insistente mirada de una Sra. que viste tapado de lana y gorro de piel nos percatamos que llevamos puesto traje de baño…Algo anda mal!
El viento que sopla pone en evidencia que la temperatura es bajo cero… y a esta altura nos tapamos los oídos, corremos buscando un lugar donde guarecernos, estamos totalmente desorientados y alterados…hasta que…alguien se acerca y manteniendo una prudente distancia, se agacha y nos habla en un idioma desconocido. Esta persona se ve amable, entonces tímidamente le explicamos en nuestro idioma que estamos perdidos, y no sabemos cómo llegamos hasta allí..
El extraño vuelve a sonreír y nos dice:- No se preocupe, puedo hablar castellano, usted se encuentra en  Moscú, y estoy  aquí para ayudarlo…

Y así, observando esa sonrisa,  nos despertamos en nuestra cama, las mesitas de luz están en su lugar,  hace calor, el placard sigue desordenado…entonces respiramos aliviados al saber que todo fue una pesadilla…

Esta misma sensación que para nosotros pudo durar cinco minutos, quizás sea el día entero para nuestros niños que están inmersos en un mundo que no logran comprender y procesar. Contar con un intérprete que pueda mediar entre sus necesidades y el entorno que los rodea se convierte en un aspecto fundamental de su día a día.

Por este motivo, debe ser alguien que crea en las potencialidades de estos niños y se esfuerce por construir  desde lo adquirido en vez de planificar un programa basado en las dificultades que el niño presenta.

Mi experiencia me indica que más allá de su formación,  a la hora de pensar en un docente integrador, deberíamos buscar personas que se propongan los siguientes objetivos:

  • Fomentar el desarrollo de capacidades, partiendo de lo adquirido y no desde las falencias o carencias actuales del niño.
  • Creer en las posibilidades ilimitadas de cada ser humano.
  • Ser paciente y perseverante.
  • Tener la fuerza necesaria para mediar en los derechos educativos del niño.
  • Saber cómo ayudarlo a participar de una actividad recreativa promoviendo su integración fuera de las horas curriculares.
  • Contenerlo sin necesidad de exponerlo
  • Demostrar empatía y promoverla tanto en el niño como en su entorno.
  • Promover la autonomía del niño.
  • Interactuar con el niño, no con su síndrome.
  • Trabajar en equipo.


Seleccionar a una persona que mantendrá un vínculo tan directo y prolongado con nuestros niños merece un tiempo de diálogo abierto y de conocimiento muto, ofreciéndonos a todos la posibilidad de revisar honesta y abiertamente las pautas de trabajo  y la historia personal del niño en cuestión.

Fer-Una Bitácora sobre autismo

Agradecimientos:

A Nadia T, por su esfuerzo y persistencia,  por creer en las potencialidades ilimitadas y trabajar para desarrollarlas. Por tener siempre una sonrisa, celebrar los logros y valorar el esfuerzo. Por ocuparse de la Pedagogía al igual que de las emociones, por su acompañamiento y por hacer siempre esa milla extra ya se en horas de clase o en momentos compartidos con el corazón.

A Silvia A, por su pasión docente, por creer en el desarrollo y apostar al futuro, por mostrarnos un camino diferente, por estar, escucharnos  y  por ver siempre el vaso medio lleno.

A todos los docentes, profesores y terapeutas que han sabido entender  las particularidades de mi hijo y se han propuesto acompañarlo, acercándole herramientas  que lo ayudan a demostrar sus potencialidades y progresar en su vida.

Gracias por acompañarnos hoy y siempre!